(Cita del magnífico libro de Fabrice HADJADJ: Tenga usted éxito en su muerte.
Ed. Nuevo Inicio, Granada, 2011, págs. 63-4)
"...No puedo coger el día ('carpe diem') verdaderamente más que si asumo una historia y conservo una esperanza. Ese paisaje que está ante mí, por ejemplo, con esos pinos, con su río, su puente del siglo XV, lo saboreo mucho más si lo sé impregnado de toda la aventura de la tierra de Francia y de Provenza, surcado por nuestros ancestros y nuestros contemporáneos, tembloroso todavía por el paseo que acabo de dar con mi hija Esther. Y lo saboreo todavía más si, proyectándome en el provenir, percibo su fuerza y su fragilidad, la esencia que ofrece a los incendios, por una parte, pero también esa especie de anticipo de un país nuevo y eterno que aflora en su belleza.
Lo mismo pasa con una mujer: el abrazo es más fuerte si se vive en el coronamiento de una historia común, que entrelazaba los destinos, pero también en la acogida de lo que el porvenir reserva todavía de pruebas y de alegrías donde apoyarse el uno en el otro. Anticipar la muerte no hace que el abrazo sea menos profundo. Esa hora es más preciosa por aparecer más rara, como arrancada de la nada: el cuerpo que toco se convierte en una especie de relámpago palpable, tanto más cegador por cuanto que está a punto de desaparecer. Pero aún más fuerte es anticipar, no sólo la muerte, sino también la resurrección: el cuerpo que toco, prometido a la gloria, me da ya en esperanza el acariciar lo eterno, rozar la gloria de Dios. Una pareja que cree en la resurrección de la carne conoce goces que el libertino no imagina."
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