La economía es sólo una dimensión de la vida humana. La "calidad de vida" (el bienestar material o emocional, la salud...) es sólo un aspecto parcial.
Lo importante de verdad es la dignidad y el valor que en todo caso tiene toda persona, todo ser humano, con independencia de que haya nacido o esté en camino, esté en enfermo o goce de salud, sea rico o pobre, joven o anciano, tenga una vida de gozos o de pesares...
A ningún ser humano se le puede valorar ni tratar como un objeto más o menos útil. Es siempre digno.
Los cristianos añadimos: porque es hijo de Dios. Y no olvidemos que no se puede servir a Dios y al dinero.
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