· Confrontada con los resultados de la ciencia seria, la “teoría de la
igualdad de género” queda en evidencia.
· Un documental emitido por la televisión estatal de Noruega, el país
que se precia de haberla llevado hasta sus últimas consecuencias, desmonta esta
ideología.
Aunque en España se ha conocido algún tiempo después, el
impacto de la emisión en marzo de 2010 por la NRK (televisión estatal noruega) del
documental de Harald Eia “La paradoja de
la igualdad de género”, fue sorprendente: El gobierno de del país
escandinavo, en una decisión contra todo pronóstico, decidió cerrar en 2011 el Instituto Nórdico de Género (NIKK), una
agencia cuya función consistía precisamente en esparcir esa visión de la
naturaleza humana que ha dado en llamarse “ideología de género”.
Según
esta ideología, como es sabido, las diferencias entre los géneros no son
reales; no están enraizados en la biología, sino que son una construcción
artificial impuesta por “la cultura”. Remozando los valores de esa cultura
dominante, por medio de la intervención institucional, convenientemente
ideologizada, se pueden borrar todos los “estereotipos”, como que las mujeres
tengan que ser enfermeras y los hombres ingenieros, y no al revés, o en una
perfecta paridad.
El cierre
del instituto tuvo una causa muy precisa: la emisión del documental del popular
presentador noruego Harald Eia, que dejaba esa ideología en una pretensión
voluntarista, sin conexión con la realidad.
El
reportaje “La paradoja de la igualdad de
género” tiene como punto de partida la constatación de que hay determinadas
profesiones hacia las que hombres o mujeres sienten una mayor inclinación.
Harald
Eia, reportero mordaz y además sociólogo, decide entrevistar a los responsables
del Instituto Nórdico de Género (NIKK),
y posteriormente a algunos científicos destacados, poniendo a la luz los argumentos
de unos y de otros.
El método
y las conclusiones del documental son demoledores: En su documental, Eia
realiza algunas preguntas inocentes a los principales investigadores y
científicos de la NIKK. Luego transmite las respuestas a varios científicos de
diversos lugares del mundo, sobre todo del Reino Unido y EE.UU. Las
explicaciones de los sociólogos e ideólogos de la NIKK provocan incredulidad
entre la comunidad científica internacional. Al parecer, la ideología no viene
apoyada por ninguna investigación empírica.
Ante
las pruebas que demuestran que las diferencias de carácter entre hombres y
mujeres tienen una causa no sólo social y cultural sino también biológica, los
ideólogos de género apelan a la mera especulación: “pero si se hiciese tal cosa, o se hiciese tal otra, entonces…”
Es un argumento inmune al contraste con la realidad, como ocurre en general con
todas las utopías: prometen un paraíso futuro sólo existente en el mundo de las
ideas. Lo inalcanzable de su meta les anima a no reconocer su error jamás -pues
siempre habrá que ir un poco más allá-, y con el pretexto de alcanzarla algún
día, se llevan por delante todo lo que se les interpone, empezando por la
verdad científica.
Prueba
de ello es que cuando se muestra a los responsables del NIKK los
resultados de estudios científicos que contradicen sus tesis, los ideólogos de
género los descalifican sin más, eludiendo entrar en el intercambio de
argumentos.
Estos son
los enlaces al programa de Harald Eia en la NRK, dividido en dos partes:
No hay comentarios:
Publicar un comentario